Por qué los ladrones entierran teléfonos en patios de víctimas
En EE.UU., ladrones entierran celulares y cámaras en jardines para poder cometer algunos delitos. La policía advierte sobre esta táctica creciente
Los delincuentes acostumbran a estudiar las rutinas de sus posibles víctimas. Crédito: Farknot Architect | Shutterstock
Una mujer de Queens descubrió un teléfono parcialmente enterrado en su jardín, pero lo que parecía un objeto extraviado resultó ser una herramienta de vigilancia clandestina.
El hallazgo ha encendido las alarmas entre vecinos y autoridades, quienes advierten sobre una táctica en aumento utilizada por ladrones para espiar a sus víctimas antes de cometer robos.
Mary Kehoe, residente del vecindario Forest Hill desde hace 35 años, encontró lo que parecía un teléfono Android envuelto en cinta negra con solo la cámara al descubierto.
“¿Por qué nosotros? Pensé en muchas razones por las que eligieron nuestro jardín, pero me di cuenta de que estamos justo a la mitad de la cuadra”, dijo Kehoe a la estación local KTVZ 21.
Según expertos y autoridades, estos dispositivos suelen usarse para observar rutinas, identificar horarios en que las casas están vacías o evaluar posibles objetos de valor.
Lejos de ser tecnología sofisticada, se trata de cámaras digitales comunes que pueden adquirirse fácilmente en tiendas o en línea.
“Podría ser cualquier tipo de cámara digital y inalámbrica. Puede ser barata o cara. Puedes comprar una en Amazon o en Best Buy”, explicó el sargento Vahe Abramyan del Departamento de Policía de Glendale al Los Angeles Times.
Casos similares han aparecido en varios puntos de Estados Unidos, desde California hasta Massachusetts, y en zonas residenciales como Scarsdale y Garden Grove.
En este último, una vecina halló una bolsa con una cámara y una batería escondida entre los arbustos del vecino, apuntando directamente a su casa.
Las autoridades recomiendan tomar medidas preventivas, como instalar luces con sensor de movimiento, mantener los arbustos recortados para evitar escondites, activar alarmas y vigilar objetos extraños en el jardín.
También advierten que los delincuentes podrían recorrer los vecindarios o hacerse pasar por vendedores para estudiar los hábitos de los residentes.
La comunidad de Kehoe ha comenzado a organizarse. “Ponemos las alarmas, encendemos las luces y estamos atentos. En esta cuadra nos cuidamos entre todos, así que cuando alguien se va de viaje nos avisa, y caminamos por su entrada para asegurarnos de que todo esté bien”, añadió Kehoe. “Ahora estamos vigilando”.
El mensaje de las autoridades es claro: si algo parece fuera de lugar, incluso una luz inusual o un objeto inesperado en tu patio, repórtalo de inmediato a las autoridades locales. La prevención puede hacer la diferencia.
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