“Fue un regalo de Dios”: Le transfieren por error $550 mil, se lo gastó todo y podría ir a la cárcel

Lo que para una mujer originaria de Argentina parecía un regalo divino, se convirtió en una verdadera pesadilla judicial.

Verónica Alejandra Acosta recibió una transferencia bancaria de alrededor de $550,000 dólares y, creyendo que era una bendición inesperada, comenzó a gastar en electrodomésticos, materiales para su casa y ayuda para su familia.

Sin embargo, el origen del dinero no tenía nada de celestial. Se trató de un error istrativo del Gobierno provincial de San Luis, municipio en el que radica, quienes le habían depositado por equivocación una cifra millonaria en su cuenta bancaria cuando ella apenas esperaba cobrar una pensión alimenticia de unos $9.

Una transferencia inesperada

El insólito episodio ocurrió el pasado 6 de mayo. Acosta, una joven madre, se encontró con una abultada suma en su cuenta del banco: más de $500,000.

Con múltiples necesidades económicas y sin conocer el origen del dinero, comenzó a gastar rápidamente. Compró un refrigerador, una freidora, un microondas, loseta para su casa, que no tenía piso, un inodoro y 2 televisores, uno de ellos para una cuñada. También adquirió un Ford Ka modelo 2014 y transfirió montos menores a distintos familiares.

Según datos judiciales, Acosta realizó un total de 66 transferencias, cada una por montos cercanos a los $540. “Con tanta necesidad, me fui a hacer compras y ayudé a mi familia. Pensé que era un regalo de Dios”, aseguró la mujer.

El error fue cometido por un contador del Gobierno provincial que, al detectar la equivocación, presentó la denuncia. Sin embargo, para entonces, Acosta ya había utilizado una buena parte de los fondos.

Allanamientos y cuentas congeladas

La reacción del Estado no se hizo esperar. La Justicia ordenó el congelamiento de la cuenta bancaria de Acosta, además de una serie de allanamientos en su vivienda y en las casas de 5 allegados suyos. Se incautaron bienes y se tomaron los teléfonos celulares de sus hijos.

La mujer no estaba sola en la investigación. Otras 5 personas también fueron imputadas. Todos ellos enfrentan cargos por defraudación al Estado, retención indebida de fondos públicos y otros delitos.

La Justicia provincial exigió que cada uno de los 6 imputados deposite una fianza de unos $32,000 para evitar la prisión preventiva. “Una medida absolutamente desproporcionada para personas humildes, sin antecedentes y con domicilio fijo”, denunció su abogado defensor, Hernán Echevarría.

Para la fiscal del caso, Daniela Torres, no hay dudas: se trató de una “maniobra delictual”, orientada a vaciar la cuenta estatal en beneficio personal. Según su acusación, los involucrados actuaron con conocimiento de que ese dinero no les pertenecía.

Sin embargo, la defensa sostiene una versión completamente distinta: “No se trata de una red de estafadores. Son personas humildes que actuaron en el marco de la ignorancia y la necesidad. El error fue del Estado, no de ellos”, argumentó el abogado Echevarría, quien ya apeló tanto la imputación como el monto de la caución.

A pesar de la magnitud del gasto inicial, el 90% del dinero ya fue recuperado, en parte gracias a devoluciones voluntarias por parte de Acosta y sus allegados, y en parte mediante bloqueos de cuentas electrónicas. Dado que todas las operaciones fueron digitales, el Gobierno aún rastrea el remanente en billeteras virtuales y plataformas de pago.

“Compramos cosas que ya devolvimos. La mayoría eran cosas de primera necesidad, para mi casa y para ayudar a mi familia”, explicó Acosta a los medios. En sus declaraciones, insistió en que nunca supo que se trataba de dinero público: “Lo usé para necesidades urgentes”.

El caso de Verónica Acosta ha generado un fuerte debate en redes sociales y medios de comunicación sobre la responsabilidad de los Estados frente a sus propios errores y el límite entre la ignorancia y el delito.

Para muchos s en redes, lo ocurrido refleja el drama de cientos de familias argentinas que viven al día y no tienen a información financiera básica. Otros, en cambio, creen que el sentido común debería haber alertado a la mujer de que un monto tan elevado no podía ser legítimo.

La polémica continúa, pero lo cierto es que Acosta y los demás implicados tienen apenas unos días hábiles para reunir el dinero que exige la Justicia si quieren evitar la cárcel.

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